Joancarlo Parkhurst es arrocero. Sin lugar a dudas, algo que no puede faltar en su mesa es un buen plato de arroz con habichuelas. Para el chef y codueño de La Famosa, un restaurante con concepto boricua establecido en septiembre del 2020 en Washington, D.C., ese es uno de los elementos que atesora de su infancia, es como si se mirara en un espejo y se viera como un niño.
La comida puertorriqueña me acerca a la cultura. El arroz con habichuelas es algo de mi niñez que siempre me apetece. Las otras dos cosas que me gustan más son ir a las panaderías y los chinchorros.
-Joancarlo Parkhurst, chef y codueño de La Famosa
Reflejo de esta nostalgia que revisita desde la gastronomía es La Famosa, un concepto, como dice su lema, “un poco clásico”, que tiene como base las delicias puertorriqueñas atemperadas a la región este de Estados Unidos y al variado público que recibe. Inaugurado en medio de una pandemia, el espacio ha sido uno de los retos más grandes de la vida profesional de Parkhurst. Sin embargo, también es uno de los más significativos.
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Esta no es su primera vez en la cocina o la administración de algún restaurante. Parkhurst se unió a Ruth’s Chris como gerente de restaurante, el favorito de su abuelo. Ocupó puestos gerenciales en varios restaurantes de Ruth’s Chris, incluidos San Juan, Puerto Rico y Bethesda, Maryland, y también abrió más de 14 ubicaciones en los Estados Unidos y en el Medio Oriente. Los más de 20 años de trayectoria de Parkhurst también incluyen puestos en Blue Water Grill y Ruby Foos de Manhattan, Sushi Samba con sede en Miami y Lettuce Entertain You con sede en Chicago, donde supervisó la apertura de RPM Italian en Washington, D.C.
En 2017, Parkhurst abrió su primera empresa en solitario, Lina’s, un bistro de inspiración francesa en Silver Spring, Maryland. Se ganó grandes elogios de Tim Carman de The Washington Post, pero después de dos años el restaurante cerró. A pesar del revés, Parkhurst está orgulloso de la comida que preparó, y esa misma pasión lo llevó a su última aventura, La Famosa, un restaurante «fine casual», que abraza y celebra la cocina puertorriqueña.
«Lo más que me gusta de trabajar en un restaurante es la gratificación instantánea que tienes. Hay bien pocas cosas que uno puede hacer en la vida en las que puedes ver una reacción casi inmediata. Alguien puede entrar a un restaurante triste o deprimido, pero con un buen plato de comida, la experiencia cambia. Uno puede ver eso desde este lado. Eso es lo más que me ha inspirado«, dijo el chef.
Desde pequeño Parkhurst fue curioso por la cocina y la industria de la gastronomía. Nacido en Puerto Rico, el paso lógico era explorar la cocina boricua desde los «antojitos» hasta los platos fuertes. Con más de 25 años en la zona del DMV (Washington, D.C., Maryland y Virginia), se lanzó a la experiencia de satisfacer «cravings» criollos y conquistar nuevos paladares con comida puertorriqueña. Es por esta razón que en su menú pueden encontrarse unos pastelillos de carne, unas bolitas de queso y una carne frita o unas chuletas Kan-Kan, un mofongo o una tripleta.
“Me tomo libertades en la cocina. Preparo unos platos accesibles al puertorriqueño y que les traen sabores y nostalgia nuestros, pero de una manera auténtica, como probablemente comían nuestros abuelos o tatarabuelos”, añadió.
¿Por qué “La Famosa”? El chef respondió:
“El apellido mío es Parkhurst. Mi tatarabuelo vino de Inglaterra a Puerto Rico a cultivar piña y naranja. En algún momento dejaron de cultivar y abrieron una compañía de enlatar productos de jugos, lo que era La Famosa antes y que muchos recuerdan como las pequeñas latas con jugos. Mi familia fue la que fundó esa compañía y la vendieron antes de yo nacer. Eso era parte de la historia de mi familia y me puse a pensar qué mejor nombre para el restaurante que ese”, contó.
