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Antonio Martorell: “Me considero parte de esa comunidad en Nueva York, aunque sea de lejos”

Bien dijo Antonio Martorell que “uno nunca sabe pa’ quién trabaja”. Un mensaje vía correo electrónico respondiendo al relato sobre el Hurricane María Memorial en Mundos Paralelos dio paso una conversación con el artista para documentar el proceso de confección de una de sus obras más recientes. 

“Mi grito hacia el mundo” es un monumento en vidrio recién inaugurado en Battery Park City, en Nueva York, que sirve como espacio de recuerdo a las miles de personas que fallecieron en Puerto Rico tras el paso del huracán María en 2017. Junto al arquitecto Segundo Cardona, exploran la posibilidad de recordar a través del arte. «Fue extraordinario», comentó.

El Hurricane María Memorial está ubicado en Battery Park City. (Foto por Lillian Agosto)

Nacido en Santurce, Martorell no solo ha expuesto su obra como pintor. Se ha destacado desde el grabado, el dibujo, la escenografía, los vestuarios y las instalaciones. Importantes espacios culturales y artísticos cuentan con sus obras como el Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Museo de la Universidad de Puerto Rico, el Museo de Arte de Ponce, el Museo de Arte de Puerto Rico, la Galería Nacional de San Salvador, el Museo de Arte Moderno de México, El Museo del Barrio en Nueva York, el Museo Whitney de Arte Estadounidense y el Hotel Meliá en Ponce, entre otros.

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Antonio Martorell. (Retrato por Gabriel Suau)

Martorell es reconocido como uno de los artistas contemporáneos más relevantes de Puerto Rico. Aunque no ha visto el monumento en forma presencial, afirmó haberlo visto a través de las palabras publicadas en Mundos Paralelos.

A través de una llamada telefónica, inició una conversación con Martorell para explorar su proceso creativo y su enlace cultural con la comunidad puertorriqueña en Nueva York.

¿Tiene un momento para hacerle unas preguntas?

«Sí. Yo ahora mismo estoy pintando, pero una de mis cosas raras es que pinto mejor cuando estoy conversando, sobre todo, por teléfono. Creo que es que una parte de mi cerebro está ocupada y mis manos están más libres. Opera menos la censura de la expresión, la que quizás debe venir después, y que a veces se antepone innecesariamente».

Martorell tiene varias obras en Nueva York, incluyendo una serie de murales y carteles en Washington Heights, como “El ABC de los Niños”. De igual manera, su obra tiene presencia en el Hostos Community College con “La plena inmortal”. Su vínculo con la ciudad no ha sido pasajero.

¿Cómo inició su conexión con Nueva York?

«Fui a una estadía, que no sabía que iba a ser prolongada y lo fue, con motivo de mi primera gran exposición en Nueva York en El Museo del Barrio, la casa de todos nosotros, en 1992. Con motivo de eso me instalé allí por unos meses que se convirtieron en varios años. Iba y venía. Tuve un apartamento en el corazón de El Barrio durante 22 años. Tuve también allí un taller que se lo dejé a un gran amigo y artista, José Morales. Yo sigo visitando Nueva York, voy y vengo. Me considero parte de esa comunidad en Nueva York, aunque sea de lejos».

A través de su obra, es evidente que su arte responde a sucesos difíciles y en ocasiones, catastróficos… ¿Cómo es su proceso creativo?

«Yo trabajo con las circunstancias. Mis maestros me enseñaron a trabajar con pie forzado. Me enseñaron desde temprano, haciendo carteles e ilustrando libros, a responder a los encargos y me los hago yo mismo o me los hace la vida. Es un modo de hacer, trabajo con las circunstancias». 

El arte de «Mi grito hacia el mundo» se plasmó inicialmente en paños verticales. (Foto suministrada por Antonio Martorell)

Este nuevo monumento sirve como espacio de recordación para las víctimas del huracán María en Puerto Rico desde Nueva York. ¿Cómo fue el proceso creativo para realizar “Mi grito hacia el mundo”?  

«Todo lo hice en mi taller en Ponce en una gran tela y una gran pared, que por suerte es muy grande. Se fotografió, se digitalizó y luego, en California, se imprimió serigráficamente sobre vidrios de mútliples capas. Fue un proceso bien laborioso».

El artista describió el proceso como «laborioso», pero a su vez extraordinario. (Foto suministrada por Antonio Martorell)

La creación de esta obra requirió varios procesos creativos desde la conceptualización hasta la ejecución, el traslado y la instalación. ¿Cuánto tiempo tomó realizarlo?

«Fueron varios meses de trabajo, pero gozamos mucho. Yo no soy artista de sufrir en el proceso, eso hay que disfrutarlo. Fue divertido». 

La letra de Julia de Burgos y la de Antonio Martorell se unifican en esta obra. (Foto suministrada por Antonio Martorell)

El monumento cuenta con el poema de Julia de Burgos “Adiós desde Welfare Island” como parte de su arte. ¿El poema llegó a usted o usted al poema?

«Yo lo seleccioné. Yo leí ese poema hace como 40 años y me impactó. Es un poema extraordinario con un dominio del idioma inglés y las aliteraciones, en fin, todo. Es brillante. Es sorprendente el dominio del lenguaje inglés. Yo lo tenía muy presente en mi memoria. Welfare Island es ahora Roosevelt Island y fue en su tiempo manicomio, cárcel y hospital, ambiente en el que estuvo internada Julia».

Tonos amarillos, anaranjados y azules se entremezclan en la obra. (Foto suministrada por Antonio Martorell)

La existencia de letras de escritores y escritoras de Puerto Rico en la obra de Martorell está presente desde hace mucho tiempo. De hecho, sus obras interactúan con las palabras de figuras como Eugenio María de Hostos, Virgilio Dávila y José Gautier Benítez, entre otros. 

Un “hasta luego” cerró la conservación con Martorell desde su taller en Ponce con la promesa del recuerdo viva en mente y corazón. 

Conoce más detalles sobre el Hurricane María Memorial aquí.

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