Para muchas personas en Puerto Rico tomarse una taza de chocolate Cortés caliente con queso es un viaje directo a uno de los recuerdos más bonitos de su niñez. Ya sea en compañía de la familia o amistades o como parte de la rutina diaria o de un día lluvioso, el chocolate caliente trae sonrisas al paladar.
Las personas que residen en Nueva York cuentan con una nueva oportunidad de reconectar con el pasado a través de un sorbo de chocolate en el recién inaugurado Chocobar Cortés en El Bronx.

Para Carlos Cortés, director ejecutivo de Chocobar Cortés, la experiencia de crear el concepto en Nueva York ha sido emocionante. Como residente del estado por los pasados 15 años, Cortés reconoció la falta de representación de negocios y marcas puertorriqueñas en la ciudad y se animó a transformar esta mirada de la mano de su familia.“Aunque pronto seamos mayoría como latinos en Estados Unidos, no hay marcas y negocios que nos representen de la manera que nos debemos representar”, dijo.
“Después de la crisis fiscal y (tras el paso del huracán) María, lo que se destacaba de Puerto Rico es que hay muchas cosas pasando, pero muchas de las que se reseñan son negativas. Yo sentía que tenía que ayudar a cambiar esa narrativa. La manera más obvia para mí era a través del negocio de la familia. Ahí fue que empecé a pensar cómo podría lograr crecer la empresa y crear más conciencia sobre la cultura puertorriqueña, preservar nuestras tradiciones y nuestras marcas y crear más trabajos”, explicó.
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Cortés añadió que vio en El Bronx una “oportunidad bonita” para desarrollar un concepto tradicional y a la vez innovador y describió la experiencia como “emocionante porque te da mucha oportunidad de ser parte de un cambio, específicamente en el borde con Manhattan”.

La atmósfera chocolatosa recorre las paredes, la música, los olores y los platos. La ambientación del local, ubicado en Mott Haven, cuenta la vida de la marca caribeña nacida en 1929 con fotografías históricas y afiches publicitarios. Se pueden escuchar canciones alusivas al chocolate y en ocasiones, reconocidas por las personas que disfrutan de su comida en el lugar.
El menú es diverso, pero siempre acompañado del chocolate. Se pueden leer platos como el Chocolate Grilled Cheese, el Choco Club Sandwich y los Chocobar Pancakes. Cortés detalló que el menú será un espejo al que se puede ver y consumir en San Juan. Sin embargo, tendrá algunas especialidades. “El menú básico será el mismo pero habrá algún detalle que otro que sea diferente y por temporada. La idea es que sea el mismo concepto y sabor”, añadió.
Por supuesto, hay un destaque muy importante para los chocolates calientes, especialidad de la casa. La clientela puede escoger entre el puertorriqueño tradicional o el 80% chocolate oscuro, el Europeo, el Puro (sin azúcar), el Embajador (sin leche), el Mocha (con café) y el Moctezuma (con chili), entre otras opciones.
¿Y la gente? Boricuas y dominicanos que visitan el Chocobar Cortés han reaccionado positivamente a la apertura de este nuevo local que, según dicen, les transporta a su infancia.
“Ha sido increíble. La gente me dice que desde que entran se sienten que están en la Isla. Cuando toman su primer sipi de chocolate caliente con quesito, me dicen que se transportan a su niñez. Esa era la idea, queríamos reconectar a nuestra gente con esta tradición del chocolate, pero al mismo tiempo, traerla al presente y al futuro. Queremos asegurarnos que esa tradición no se muera y que no se quede estancada en el pasado”, describió Cortés.
La pandemia de la COVID-19 se interpuso en los planes del negocio. Sin embargo, no detuvo su apertura. De hecho, Cortés recordó que la empresa en su historia siempre ha estado rodeada de retos que se convierten en oportunidades.
“Siempre pasan cosas. Esta empresa lleva 92 años. Se fundó en 1929, justo antes de la Gran Depresión. En República Dominicana, mi abuelo manejó la empresa a través de la dictadura de Trujillo. Siempre pasan cosas y esta empresa siempre estará ahí para la comunidad puertorriqueña y dominicana. Eso fue parte del pensamiento. Hay que seguir pa’lante porque el mundo sigue pa’lante y nosotros también”, destacó.
Quienes visiten el Chocobar también disfrutarán de Forteza Caribbean Chocolate, la línea de chocolates finos de Cortés Hermanos, y hasta podrán hacer una selección de sus preferidos uno a uno.
La mercancía relacionada a la marca Cortés en El Bronx también está disponible para la venta, al igual que las barras tradicionales de chocolates con el cómic de La Borinqueña de Edgardo Miranda-Rodriguez. Como parte de su colaboración con la marca, con cada compra de una barra de Chocolate Cortés se aporta parte de la ganancia a la Fundación Cortés, una iniciativa que a través de las artes y las humanidades, busca propiciar el fortalecimiento de los valores en Puerto Rico.

Un espacio para el arte
Precisamente, estas iniciativas artísticas también forman parte del recién inaugurado restaurante en El Bronx.
El Chocobar cuenta con una obra del artesano Jorge González, reconocido por su trabajo artístico comunitario de preservación. Así también, cuenta con las obras de Manuel Mendoza, un retrato en cemento representativo de la actualidad.
Según explicó Cortés, se vislumbra la integración de artistas y la comunidad en el restaurante en un futuro cercano a través de exhibiciones, presentaciones y talleres. “El arte es muy importante para nosotros y siempre queremos colaborar con ellos y tener a la Fundación presente”, dijo.
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