¿Alguna vez has visitado una casa en la que se narren las historias de la familia que la habitó como si fuera un museo? Mejor todavía, ¿ha sido esa casa de una familia que se identifica como boricua y vive en los Estados Unidos? La nostalgia y el orgullo patrio protagonizan Tola’s Room. Ubicada en Northeast Baltimore, la casa-museo cuenta con exhibiciones interactivas que narran la vida de una familia Nuyorican.
Para Christina Delgado, artista Nuyorican creadora de este concepto, la experiencia radica en rendir homenaje a su familia y a las personas que habitaron esa casa. Rodeada de memorabilia de sus seres queridos, Delgado recibe a grupos de personas que quieren recorridos privados o a asistentes a algunas de sus actividades durante el año.
Retratos, ropa, objetos de colección, documentales y artículos que pertenecen a diferentes generaciones de su familia se pueden encontrar en la casa-museo. La sala y los cuartos estaban abarrotados de sus memorias.
Algunos espacios contaban historias de amor entre pareja con cartas y fotografías. Otros lugares se concentraban exclusivamente en la relación padre e hija. Discos de salsa y certificados del ejército decoraban el espacio que aparentaba ser un dormitorio de la casa.
“No hablo mucho español y eso me hizo sentir un poco desconectada. Cuando mi padre murió, me percaté de que se conecta con la cultura de muchas maneras. Eso me dio un nuevo sentido de mi identidad y mi cultura. Viviendo tanto tiempo en Baltimore me percaté de que no teníamos un espacio que realmente representara la cultura y experiencias puertorriqueñas. Ahí surgió la idea de enseñarle a las personas un poco de mi historia y mi arte”, dijo Delgado.
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Establecida hace poco más de un año, la casa-museo genera actividades para celebrar la identidad boricua en familia junto a visitantes de diferentes partes. Épocas como la Navidad son clave para reunir a boricuas o personas interesadas en la cultura puertorriqueña en este lugar.
“Mi meta es que las personas también puedan traer sus artículos y que tengan un espacio en el que puedan compartir sus historias”, añadió.
Una Navidad en casa
La visita a Tola’s Room en época navideña es como estar en casa. A pesar del invierno, el recibimiento es cálido y familiar. Un “año viejo” decora el exterior de la casa-museo y da paso al balcón y posteriormente a la sala.
“¿Quieren coquito?”, nos preguntaron.
El coquito es el acto de apertura de la fiesta navideña a lo Borikén que nos prometió Tola’s Room en su cuenta de Instagram y la razón para visitarla. Después de la invitación a entrar al hogar, solo restó observar el museo y disfrutar de la cena en compañîa de familiares y amistades de Delgado que también respetaban las historias creadas en esta casa y donaban de su tiempo para apoyarla.
Un buen plato de arroz con gandules, pernil, ensalada de papa y pasteles nos esperaba en una mesa compartida con una decena de personas, que no conocíamos, pero tenían el amor patrio en común con nosotros. La música de la vocalista y compositora Irene Jalenti y el bajista, arreglista y también compositor Ed Hrybyk enmarcaron melodiosamente la velada.
La cena terminó con la difícil elección entre arroz con dulce, flan o tres leches para el postre. El arroz con dulce conquistó mis memorias y fue un puente nostálgico a la Navidad en mi casa.
Una visita a “La Casita” cerró la experiencia con adornos y luces de Navidad. El espacio lleno de recuerdos alusivos a Puerto Rico dejaba un buen sabor en el corazón después de un compartir ameno a lo Borikén.